Una relación de pareja puede convertirse en lo más parecido a ver una serie una y otra vez si no somos lo suficientemente conscientes de nuestro día a día al lado de la otra persona. Y digo conscientes porque el amor y el vínculo de la relación se construye así, día a día. Haber constituido una pareja no sirve de nada si desatendemos nuestra relación y con ello a la persona con la que hemos decidido compartir nuestra vida.
Cuando aparece la rutina en la pareja es normal que tengas sensaciones como…
- No sentirte valorada o valorado en tu relación.
- Querer hacer más cosas por ti misma/o de lo habitual.
- Sentirte egoísta por tener algunos pensamientos o realizar algunas acciones.
- Pensar en otras personas o incluso sentirte atraído por ellas.
- Sentirte solo o sola aunque estés compartiendo espacio con tu pareja.
- Preferir compartir tiempo con otras personas o en otros lugares antes que en casa (si la compartís).
- Perder la atracción sexual por tu pareja o incluso sentir que no tienes apetencia sexual.
- Además, si existen hijos o hijas (o menores al cargo) en la pareja esta situación puede acrecentarse más si cabe y nace la sensación de perder la vida en pareja para «solamente» tener vida en familia con los/las más pequeñas de la casa.
¿Existe una rutina necesaria en la pareja?
Hay una parte de rutina o hábitos que existen necesariamente en cualquier persona, y de forma derivada, en cualquier pareja. No podemos pretender que cada día sea completamente distinto al anterior. Lo que sí que podemos ir variando son los matices y nuestra presencia día a día en la relación.
El trabajo, la familia (si la hubiese), los trabajos domésticos, el espacio personal, los cuidados propios… son todo cosas que ocupan tiempo y que, queramos o no, hacen que nuestra vida esté en parte o en mucha parte «organizada». Si no acogemos esta rutina de un modo organizado y llegando a un punto de encuentro con nuestra pareja seguramente acabaremos teniendo tensiones en la relación.
Esta rutina necesaria ayuda a gestionar mejor tu tiempo propio y el de la relación. Nos ayuda a centrar nuestra atención y fomenta la reducción del estrés personal. Además, ayuda a la hora de conciliar la vida familiar, algo tan necesario y buscado en nuestros días. Por ello, sí, existe una rutina necesaria en la pareja.
Pero ¿qué pasa si siento que mi relación es siempre igual?
Es posible que, fuera de la rutina necesaria que antes te he comentado, sientas que tu relación es siempre igual. Que ya no existen esas pequeñas o grandes cosas que hacíais antes. Que tu vida se ha convertido un poco en esa peli de el día de la marmota. Que ya no tienes tan en cuenta a tu pareja para las cosas que haces. Que cada vez piensas un poco menos en ella y más en ti. Quizá hasta te sientas egoísta.
Sabes lo que va a pasar en todo momento. Llegas, te vas… todo igual. Incluso has dejado de cuidarte tanto como lo hacías antes. Ahora ya todo va dándote un poco igual. Quizá estás muy centrada en tu trabajo. O en tu deporte preferido. O en tu familia.
¿Qué tienen en común todas estas situaciones? Que seguramente en todas ellas has dejado de ser consciente día a día de tu relación. Tenemos que estar presentes en nuestras vidas, no dejarlas que pasen sin más. Y eso incluye nuestra relación.
Es una parte más de tu vida, no es algo que consigues y dejas de lado. Una relación de pareja es un elemento más a cuidar en tu día a día, y por supuesto, con ello hablo de cuidar a la persona que tienes a tu lado.
Porque si no, dejas de verla. ¿Te ha pasado alguna vez? Dejas de ver de verdad a la persona que tienes a tu lado. Estás con ella o con él. Comes, cenas, le coges de la mano. Incluso te acuestas con esa persona. Pero no la ves. No la ves de verdad.
Tengo demasiadas cosas y poco tiempo
Uno de los grandes responsables de esto que te acabo de contar es la falta de tiempo. Tenemos muchas cosas que hacer a lo largo del día, y poco a poco, cuanto más larga es tu relación, más cosas vas poniendo por encima de ella.
Y al final puede que no tengas tiempo para estar de verdad en tu relación, con tu pareja. Y no hablo de estar fisicamente. Podemos estar con alguien aún estando a miles de kilómetros de ella mientras que podemos estar muy lejos estando a apenas unos centímetros. Te hablo de ese tiempo de calidad, del tiempo incluso gaseoso en el que a lo largo del día, aunque estés haciendo otras cosas, también estés presente en tú relación.
Y es que no es necesario pasar horas o días enteros con nuestra pareja para ser conscientes de la relación. ¿Porqué crees que la mayoría de separaciones y rupturas se producen en verano? Porque no es el tiempo que pasamos con él o ella lo que dará como resultado un vínculo más sano, si no la calidad de ese tiempo.
Mis 7 propuestas para que la relación no caiga en la rutina
1.Estimula la realización de actividades nuevas en pareja. Este es uno de los puntos más importantes. Cuando hacemos cosas nuevas se produce una respuesta hormonal que nos produce nuevas sensaciones. Desde ir a lugares nuevos (desde lugares cercanos del barrio hasta ir a la montaña) hasta hacer cosas que nunca habíais hecho antes (cocinar algún plato nuevo junt@s para preparar una cena privada).
2.Continua teniendo tú espacio personal e incluye a tu pareja sólo cuando os apetezca y en aquellas actividades que quieras compartir con él o ella. Y repito, sólo si ella o él quieren, claro. Hacer cosas (de manera sistemática y reiterada) porque a otra persona le apetecen no es ninguna muestra de amor.
3.No pienses por la otra persona: aún no tienes el poder de leer mentes. Por mucho que «conozcas perfectamente» a la otra persona, somos seres cambiantes y maravillosamente sorprendentes. Pensar que lo sabes todo de tu pareja es un error habitual que va ligado a las ideas propias del amor romántico. Comunícate y pregunta, crea conversaciones amables en las que puedas conocer aún más a la otra persona.
4.Una relación de pareja no es una montaña rusa. Muchas veces caemos en el error de pensar que la pasión está alimentada por hechos como discutir o enfadarse con la pareja. Este tipo de recursos para avivar la relación nacen de un mal entendimiento del amor y de relaciones plenamente tóxicas. Eso no es lo que te va a hacer romper con la rutina de pareja.
5.Dedica cada día un tiempo a tu relación de manera exclusiva. Habla con tu pareja de manera presente y sin estar haciendo a la vez otras cosas. Pregúntale cómo está, qué tal el día, cómo se siente y comparte algunas vivencias con él o ella. Si puede existir un contacto físico en estas interacciones mucho mejor, al tocarnos nos vinculamos más a las personas que tenemos a nuestro lado, y por supuesto, a nuestra pareja.
6.Si normalmente tenéis un reparto de tareas muy determinando en casa o en la relación, podéis probar a cambiarlo cada cierto tiempo. El llamado intercambio de roles es esencial para un buen funcionamiento en la relación y por supuesto para salir de las rutinas de siempre.
7.Uno de los principales aspectos que se ve afectado con la rutina de pareja es la vida sexual. La falta de tiempo y de energía acaban pasando factura en el tiempo de intimidad que compartimos con nuestra pareja. Es esencial que concretéis espacios para estar juntos, para compartiros, tocaros y sentiros cerca. No necesariamente debe haber como resultado una relación sexual (cada uno/a que tenga su concepto propio), sino un acercamiento que te haga sentirte vinculado a tu pareja.
Ten en cuanta algo: la pareja siempre está en continua evolución
Si sientes que tu relación ya ha caído en la rutina y tanto tu pareja como tú queréis aplicar cambios en ella, un trabajo conjunto puede hacer que el vínculo se vea fortalecido después de este momento. Piensa que las relaciones siempre están creciendo y transformándose, y pasan por distintas fases. Esa es la clave por la que hay que estar atentos/as y presentes cada día.
Como siempre me gusta puntualizar, cada pareja es un mundo y cada persona se relaciona desde sus experiencias y hacia sus expectativas. Lo que aquí te expongo son visiones generales desde mi experiencia y conocimientos profesionales, pero por supuesto tendrán sus matices en cada uno de vosotros y vosotras. Y, sin ninguna duda, en cada una de las relaciones que tengáis (o hayáis decidido no tener).
Espero que te haya gustado el artículo. Iré escribiendo más acerca de las relaciones de pareja, un tema que me encanta y al que dedico gran parte de mi vida profesional. Cada día comparto con parejas y personas individuales la consecución de sus objetivos y sus nuevos planteamientos en cuanto a relaciones y amor.
Sin duda, un mundo apasionante. Un abrazo, y gracias.